Licenciado en Artes, mención Cine (UCV, 1988). Doctor en Ciencias Sociales, mención honorífica (UCV, 2005). Profesor titular de la UCV (2010). Director del Instituto de Investigación de la Comunicación y de la Información, Idici-UCAB (2018- ). Diseñó el Doctorado en Comunicaciones en la Sociedad del Conocimiento (Idici-UCAB, 2020). Director del Instituto de Investigaciones de la Comunicación, Ininco-UCV (2005-2012). Fundador y primer coordinador de la línea Educación, Comunicación y Medios (Ininco, 1990). Fundador y primer director de la Gerencia de Radiotelevisión y Multimedia (UCV, 2007). Fundador y primer director de la Coordinación de Extensión de la Facultad de Humanidades y Educación (UCV, 1997). Director de la revista Extramuros (UCV, 1997-2005). Miembro del equipo editorial de la revista Comunicación del Centro Gumilla (1987). Socio de Honor del Grupo Comunicar, veterana asociación profesional de Educomunicación. Universidad de Huelva-España, 2014. Es autor de los libros La Investigación en Comunicación Social (2016, 2ª edición); Hablemos de pedagogías digitales, redes sociales y cibermedios en la escuela (2018, 2ª edición), + Comunicación: técnicas y soluciones (2022).
Victoria de Stefano, citando a Kierkegaard en su novela póstuma Un grano de polvo se levanta (2025), entiende la reflexión como un proceso constante de creación, cambio y transformación: “Por eso el afán por recordar además de un arte es un extraordinario
anhelo, una y otra vez, por retener lo que no deberíamos querer ni poder olvidar.» (p.31)
Mis reflexiones sobre el “Kierkegaard existencialista de Victoria” evocan un importante elenco de lecturas caóticas y diversas.
Podría afirmar que son esas obras y sus creadores quienes realmente se expresan a través de mí, convirtiéndose en los verdaderos protagonistas de mi recorrido en la comunicología.
De hecho, todos ellos han pasado a formar parte de mi identidad intelectual, fungiendo como “alter ego” que inspira cada aspecto de mi trabajo y que deseo compartir aquí.
Mi interés en la Comunicación nació hace cuarenta años, impulsado por dos grandes pasiones: el cine y la literatura.
Recuerdo que hojear su libro, Lo audiovisual en expansión (1970), en la Biblioteca Central de la UCV, en los ochenta, fue un punto de inflexión, como la píldora roja que tomó Neo en Matrix. Desde ese momento, mi vida cambió para siempre; empecé a pensar más allá de mi zona de confort y sentí la vocación de dedicar mi vida académica a divulgar conocimientos en universidades, bachilleratos y comunidades populares.
Desde siempre he valorado el análisis de la evolución de los personajes y las lecciones de vida que las obras literarias transmiten, destacando especialmente la influencia de autores como Eduardo Liendo, con su novela El mago de la cara de vidrio y Aldous Huxley, con Un mundo feliz. Ambas obras abordan distopías vinculadas al control social.
Pero sin lugar a dudas, mi vida la he vivido “a veinticuadros por segundo”. El cine, la «mitología de lo cotidiano» de Rodolfo Izaguirre, siempre ha sido parte de mi cotidianidad.
Aprecio cuando los medios hacen una autorreflexión crítica sobre su propia labor. En este sentido, dos películas que me han conmovido son: El gran carnaval (Billy Wilder, 1951) y Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941), ambas exhiben la crisis de la deontología periodística, ilustrando cómo el poder influencia la agenda global y cómo las noticias se difunden a través de un espectáculo mediático. [Continúa leyendo…]
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