Versión de la nota de Latam Journalism Review
En medio de un panorama político cada vez más polarizado en América Latina, el financiamiento internacional a medios independientes se ha convertido en un tema de controversia y desinformación. Recientemente, las declaraciones del presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien acusó a periodistas y medios de comunicación que reciben apoyo financiero de Estados Unidos de formar parte de una “operación mundial de lavado de dinero”, han encendido el debate sobre la relación entre la cooperación internacional y la independencia periodística.
Las declaraciones de Bukele, publicadas el 8 de febrero en su cuenta de X, surgieron en respuesta a un post de la cuenta @wikileaks sobre los aportes de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a medios de comunicación. Sin embargo, el mensaje original no mencionaba a El Salvador ,ni hacía referencia a una red de lavado de dinero. Organizaciones como Cazadores de Fake News desmintieron rápidamente cualquier vínculo entre Wikileaks y las acusaciones difundidas en portales oficialistas.
Una narrativa recurrente en regímenes autoritarios
Para la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y otros actores del sector, los señalamientos de Bukele forman parte de una estrategia de desinformación que busca desacreditar a los medios críticos. Según Ezequiel Barrera, director del medio salvadoreño Gato Encerrado, esta narrativa no es nueva y ha sido utilizada por regímenes autoritarios para criminalizar el trabajo periodístico.
“Lo primero que hacen es montar una narrativa populista que acusa sin pruebas, con el objetivo de desprestigiar a los medios ante las grandes masas”, explicó Barrera. Este tipo de discurso, añadió, se ha intensificado tras la orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que suspendió la ayuda financiera estadounidense a organizaciones extranjeras.
En América Latina, líderes como Nicolás Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua han utilizado argumentos similares para descalificar a medios que reciben financiamiento internacional, calificándolo como una forma de injerencia extranjera. Sin embargo, expertos y periodistas coinciden en que esta narrativa es una falacia diseñada para debilitar los esfuerzos del periodismo independiente por vigilar al poder.
El financiamiento internacional: ¿una amenaza a la independencia?
Uno de los principales argumentos utilizados por los críticos del financiamiento internacional es que este condiciona la agenda editorial de los medios. No obstante, periodistas como José Nieves, director del medio digital cubano El Toque, rechazan esta idea. “Es una narrativa tramposa porque supone que el financiamiento norteamericano dicta qué escribir, y eso es falso”, afirmó Nieves. Según él, las subvenciones responden a una coincidencia de principios entre las organizaciones donantes y los medios receptores.
Ezequiel Barrera también defendió la independencia editorial de Gato Encerrado, medio que ha sido sub-beneficiario de fondos internacionales a través de organizaciones implementadoras como The National Endowment for Democracy (NED) e Internews. “Nunca nos han dicho qué investigar o qué publicar. La independencia es un principio fundamental que no comprometeríamos”, aseguró.
Desinformación y posibles consecuencias legales
El temor entre los periodistas salvadoreños es que las acusaciones sin fundamento se conviertan en una herramienta para justificar persecuciones legales. En 2020, Bukele ya había acusado al medio El Faro de lavado de dinero, lo que derivó en auditorías fiscales y un constante acoso gubernamental. Finalmente, El Faro trasladó sus oficinas administrativas y jurídicas a Costa Rica en 2023.
“La narrativa busca desgastar a los medios críticos e incluso justificar el encarcelamiento de periodistas”, advirtió Ezequiel Barrera, director del medio salvadoreño, El Gato Encerrado. Este patrón no se limita a El Salvador. En República Dominicana, un grupo de periodistas fue objeto de una campaña de descrédito por presuntamente recibir fondos de USAID, mientras que en Venezuela portales oficialistas difundieron información falsa sobre una supuesta filtración de Wikileaks que vinculaba a medios independientes con intentos desestabilizadores.
La importancia del periodismo independiente
Frente a estas campañas de desprestigio, los medios independientes han adoptado estrategias para defender su labor. En El Salvador, representantes de medios como Gato Encerrado, Revista Factum y Focos TV se han unido para buscar alternativas de financiamiento y contrarrestar las narrativas oficiales. Además, han enfatizado la importancia del periodismo libre como pilar fundamental para la democracia.
“Es paradójico que los mismos gobiernos que critican el financiamiento internacional sean quienes asfixian económicamente a los medios independientes”, señaló Nieves. En muchos países, la falta de acceso a publicidad o fondos públicos equitativos obliga a las redacciones a depender del apoyo internacional para sobrevivir.
A pesar de los desafíos, los periodistas insisten en que su trabajo está respaldado por evidencia y rigor ético. “Cada afirmación que hacemos tiene un sustento. Nuestro compromiso es con la verdad y con arrojar luz sobre lo que se quiere mantener oculto”, concluyó Barrera.
En un contexto donde la libertad de prensa enfrenta constantes amenazas, el periodismo independiente sigue siendo una herramienta esencial para exigir rendición de cuentas y defender los valores democráticos. Sin embargo, su sostenibilidad dependerá no solo del financiamiento internacional, sino también del apoyo ciudadano frente a las narrativas que buscan silenciarlo.