SUMARIO
La Asociación Internacional de Críticos de Arte-capítulo Venezuela (AICA) anunció el pasado 20 de agosto de 2025, a través de su cuenta en Instagram, la lista de ganadores de los Premios de la Crítica 2024, que reconocen las mejores exposiciones, publicaciones, personas e instituciones vinculadas con el ámbito de las artes visuales en el país. La Galería de Papel, de nuestra revista Comunicación, fue galardonada en la categoría Difusión del Arte Venezolano.
Nos ha parecido importante reproducir el texto que publicara el Papel Literario, del diario El Nacional, en su edición del 4 de mayo del 2025, a propósito de los cincuenta años de la revista. Humberto Valdivieso, autor del texto –que ahora le ofrecemos al lector– apunta que “La GALERÍA DE PAPEL de la revista Comunicación del Centro Gumilla es, en este sentido, un archivo abierto del arte venezolano, una de sus tantas posibilidades de existencia. De ahí que no escapa de lo que podríamos llamar: un bello sesgo. Su bondad reside en que, a lo largo de estos primeros cincuenta años, el diálogo mantenido entre el arte y las diversas corrientes de la comunicación ha sido perspicaz, inconforme, experimental y arriesgado. Las obras no han aparecido ahí para ampliar o decorar lo escrito en los artículos. Cada galería representa una postura crítica e inteligente. Una perspectiva visual que acompaña, pero no reafirma, necesariamente, el argumento del tema central”.
En palabras de Jaques Derrida un archivo constituye una “experiencia irreductible del porvenir”. De ahí que no existe un “archivo sin afuera”. Con ello el filósofo argelino-francés nos revela que cuando intentamos construir depósitos del pasado estamos también diseñando estructuras en las cuales determinamos las formas del futuro. Lo archivado, además de guardar la memoria demarca los límites de lo que podrá ser recordado, reinterpretado y utilizado posteriormente.
Siguiendo esta perspectiva “derrideana”, es posible decir que organizar un archivo sistemáticamente, para guardar y preservar la memoria, nunca es una acción estática o cerrada. Su sola existencia anuncia la posibilidad de futuros lectores. No obstante, años, décadas o siglos
después, si aquello no se ha perdido, llegará a manos de investigadores que lo leerán y reinterpretarán según sus propios conocimientos, formas de pensar y condiciones históricas. Por eso, un archivo no escapa de la noción de porvenir (“à venir”). Pero, si bien es imposible borrar el tiempo cronológico, no se trata solo del futuro en ese sentido. El asunto es pensar el archivo también como el lugar de aquello que aún no se ha dicho completamente, de lo que está por llegar y no podemos controlar del todo. Este espacio es tanto lo conservado como lo olvidado y ambas cosas le pertenecen al porvenir.
La GALERÍA DE PAPEL de la revista Comunicación del Centro Gumilla es, en este sentido, un archivo abierto del arte venezolano, una de sus tantas posibilidades de existencia. De ahí que no escapa de lo que podríamos llamar: un bello sesgo. Su bondad reside en que, a lo largo de estos primeros cincuenta años, el diálogo mantenido entre el arte y las diversas corrientes de la comunicación ha sido perspicaz, inconforme, experimental y arriesgado. Las obras no han aparecido ahí para ampliar o decorar lo escrito en los artículos. Cada galería representa una postura crítica e inteligente. Una perspectiva visual que acompaña pero no reafirma, necesariamente, el argumento del tema central.
Las primeras imágenes publicadas en Comunicación están en el número 37 de 1982. Eran caricaturas, un género que por naturaleza acompaña al periodismo. Agudeza crítica, humorinteligente y cierto desparpajo panfletario ingresa con ellas a la revista. Esto permanecería así durante algunos números y años. También, ingresan la ilustración, el collage y los fotomontajes. Cuando la revista llega a los cien números, Víctor Hugo Irazábal, quien era el que orientaba y sigue orientando el diseño y la diagramación de Comunicación, introdujo las artes plásticas. Ahí iniciaron sus experimentos para diseñar una galería en la publicación. Lo hizo con su trabajo Amazonia, el cual acompañó un texto del crítico Roberto Guevara. También, fue publicado en esa edición un trabajo de Esso Álvarez llamado Los chamos del 23 con un escrito de María Luz Cárdenas. Posteriormente, en el número 101, aparece una sección titulada Cuadernos donde hay un trabajo fotográfico de Vasco Szinetar (Retratadas, con texto de Víctor Guédez) y uno plástico de Octavio Russo (Pinturas, con texto de Federica Palomero).
En el número 112 publicado en el año 2000, inicia formalmente la sección GALERÍA DE PAPEL con la obra Oni Oni de Irazábal y un texto de Roberto Guevara. A partir de ahí se abre el “porvenir” de este archivo, un largo trayecto que llega hasta nuestros días. Con los años se han expuesto proyectos organizados bajo una particular mirada curatorial y museográfica. [Continúa leyendo…]
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